Cuando los niños empiezan a crecer es hora de que comiencen, poco a poco, a cambiarse solos. A partir de los 3 años, como mínimo, los niños ya necesitan su propio guardarropa: les toca empezar a familiarizarse con su ropa, poder verla, saber cómo va ordenada, etc.
Inculcar estos hábitos desde pequeños les hará más fácil ser ordenados cuando sean mayores. Además, cuando te toque elegir la ropa por ellos, será un alivio que tengan todo a la vista y organizado.
Aunque pueda parecerte un imposible, con algunos de estos consejos podrás mantener el guardarropa de tus niños súper ordenado. Luego, será sólo cuestión de un poco de constancia acostumbrarlos a que ellos mismos sigan el orden que has planeado. Pero eso sí: pensá en su comodidad a la hora de armar un guardarropa, y no sólo en la tuya. De otra manera, nunca lo sentirán como propio.
Planificá
Antes de empezar a organizar el guardarropa de los niños, planificá. Medí bien el espacio con el que se cuenta, y cuántas cosas necesitás que quepan. ¿Te alcanza? Excelente.
¿Es demasiado poco? Pues entonces buscá soluciones creativas (veremos algunas más adelante). Pero sea como sea, intentá saberlo desde el principio, porque si no mantener el orden será imposible.
Tal vez te sirva dibujar un armario a escala e ir probando cómo quedarían las cosas en él. Nada es exagerado: todo lo que puedas resolver antes, te quitará dolores de cabeza después.
Pensá en ellos
Como dijimos al comienzo, el guardarropa de tus hijos tiene que estar hecho a su medida. Literal y metafóricamente.
En el sentido literal, porque tus niños deben poder alcanzar la ropa que se quieren poner. Ubicá las perchas y los cajones a una altura que haga posible que ellos vean la ropa y la alcancen. De otro modo, siempre dependerán de vos, tanto para cambiarse como para ordenar luego.
Pero también tené en cuenta sus preferencias, la ropa que usan más seguido, sus prendas favoritas. Pon eso más a mano, y si hay algo que debe quedar fuera de su alcance, que sea lo que usen menos.
Pensá en ellos, y enseguida sentirán pertenencia hacia su guardarropas.
Dale a cada cosa su lugar
Esto vale tanto para el armario de tus hijos como para el tuyo propio. Pero en el caso de los niños, les hará más fácil aprender a ordenar.
Cada cosa debe tener su lugar dentro de la habitación, que debe respetarse. Los zapatos, por ejemplo, es preferible que estén en un mueble cerrado particular, para evitar la humedad. También pueden estar en el último cajón de la cómoda.
Poné dentro del armario pequeñas cajas separadas para los accesorios. Colitas para el cabello, clips, cordones… Esas cosas que, si no tienen su lugar asignado, siempre se pierden. Podés rotular las cajas para que sea más fácil encontrar todo.
Las cosas de colgar en las perchas, y las de doblar en los cajones. Hay ciertas reglas que los niños deben aprender a respetar y por la misma repetición, al final se convertirán fácilmente en hábito.
A falta de espacio, soluciones creativas
Si tenés poco espacio en la habitación y el guardarropa, no tenés que perder el control. Lo mejor en esos casos es buscar soluciones alternativas, que permitan que siga viéndose todo ordenado.
Una primera medida es aprovechar espacios fuera del guardarropa. Ahora está de moda que se haya alguna ropa a la vista en una barra. Así que una buena idea es elegir algunas de las mejores prendas de tus hijos, y colgarlas fuera del guardarropa. Además de estar ordenada, se convertirá en un elemento decorativo.
La mochila de la escuela puede ir en un perchero resistente al peso. Así estará a mano cada vez que toque hacer la tarea e ir al colegio, y no tiene que ocupar lugar en el armario. Lo mismo con el bolso del club o de las actividades extraescolares.
También procurá tener un lugar asignado para la ropa de otra temporada, fuera del guardarropa. Que sólo estén al alcance de la mano las prendas para esa época del año. ¡Ahorrarás un espacio incalculable!
Estos son sólo algunos tips para que puedas tener el armario siempre ordenado, y que tus hijos se acostumbren a hacer lo mismo. Seguramente, vos tendrás tus propias recomendaciones… ¡Compartilas! Así nos ayudamos entre todos.
Lo importante es que siempre recuerdes que cuando se trata del guardarropa de los niños, lo fundamental es que les sea funcional a ellos. Tendrás la mitad de la batalla ganada.