Lograr que nuestros hijos coman variado puede ser una batalla difícil, si no sabemos cómo enfrentarla.
Lo cierto es que el verdadero secreto es acostumbrarlos desde chicos a comer de todo y no ceder ante sus caprichos. Pero también dedicarle tiempo a la cocina, y tratar de hacer que la comida se convierta en algo importante.
Pero algunas de estas ideas y recetas para que tus hijos coman variado pueden ayudarte a hacer esa tarea más fácil:
Cocina “chatarra” saludable
Es importante ponerle límites a la comida chatarra, pero sin prohibir. Todo en su justa medida.
Pero una idea aún mejor que eliminar la comida chatarra, es convertirla en saludable. O mejor dicho: transformar esas cosas que tu hijo no quiere comer en su comida preferida.
Por ejemplo, hacer hamburguesas de lentejas o milanesas de berenjena. Otra idea genial, para incorporar el pescado en la dieta de los niños, es cocinarlo en forma de nugget.
Esta receta súper sencilla te ayudará a lograrlo:
Ingredientes:
- 2 cucharadas de pan rallado
- 1 papa grande hervida
- 100g guisantes
- Cebolla de verdeo picada (cantidad a gusto)
- 250g salmón picado a cuchillo (puede ser merluza u otro pescado a elección)
- Jugo de medio limón
- 3 cucharadas de mayonesa/ketchup/barbacoa (puede ser una de cada o 3 de la que más te guste)
- 3 cucharadas de queso rallado
Para hacer los nuggets, tenés que mezclar todos los ingredientes en un bol hasta formar una pasta.
Luego armá 6 bolas, ponelas en una bandeja, y dejalas media hora en la heladera.
Pasado ese tiempo, empaná con huevo y pan rallado. Podés aplastarlas ligeramente para que queden con una forma más amigable.
Cocinalos fritos o al horno.
Aprovechá las salsas
Seguro que a tus hijos les gusta alguna comida que se acompañe la salsa.
Aprovechá para agregarle a la salsa preferida de tus niños vegetales variados. Berenjenas, zapallo, zapallitos… ¡Lo que tengas a mano!
Picalo bien fino y serví la salsa nutricional con el plato del día. También podés licuarlos para que se noten menos.
No tenés que limitarte a la pasta, aunque sea el plato más común. Podés agregar salsas bien nutritivas a las carnes, al arroz o a todo lo que se te ocurra.
No dejes pasar la merienda
Los chicos suelen llegar a la merienda muertos de hambre. A esa hora vuelven del colegio, del club, o simplemente dejan de jugar por un rato. Como sea, siempre la hora de merendar los encuentra con el estómago encendido.
Este momento es ideal para aprovechar a que tus hijos coman variado, ya que podés darles una buena comida saludable. La taza de leche se puede acompañar con pan o galletas, pero ¿Qué tal si en lugar de eso probás con un sandwich nutritivo?
Esta receta es perfecta para las tardes hambrientas:
En un pan integral, combina verduras y hortalizas variadas (lo que tengas en la heladera), queso, huevo duro y, como aderezo, un poco de hummus o guacamole.
No sólo quedarán saciados, sino que les darás un shock de nutrientes.
Puedes buscar otras combinaciones de sandwiches, pero busca siempre incorporar alimentos variados.